¿Despides el año a todo volumen?
Se acerca el final de un año raro y como es tradicional a la hora de celebrar estas fiestas, la música suena a todo volumen y la gente sale a las calles a festejar por todo lo alto este gran día.
La Nochevieja es muy especial para todos, familia y amigos se reúnen para despedir este año, marcado de nuevo por la pandemia y dar la bienvenida a doce meses cargados de optimismo e ilusión.
La Organización Mundial de la Salud asegura que casi la mitad de los casos de sordera de todo el mundo podrían evitarse con una buena prevención y una detección temprana.
Para nosotros tu salud auditiva es muy importante, por eso, hoy en el blog compartimos contigo una serie de consejos para tener unos oídos sanos esta Nochevieja.
Cada fin de año, miles de personas salen a las calles a festejar la entrada del año a todo volumen, una tradición que puede tener serias consecuencias para nuestros oídos.
¿Cómo afectan estos altos decibelios de la Nochevieja a nuestros oídos?
Un claro ejemplo de la exposición que sufren nuestros oídos en estos festejos a los altos decibelios, es la explosión de un petardo que puede llegar hasta los 120dB, el cual es el umbral del dolor del oído. Esto además puede provocar un daño auditivo y disminuir nuestra la capacidad de percibir sonidos agudos. Cabe destacar que tanto la Unión Europea como la Organización Mundial de la Salud, establecen en 65dB el volumen máximo de cualquier sonido no perjudicial para nuestros oídos. Pasados este índice, nuestra audición corre el riesgo de sufrir lesiones.
¿Cómo puede producirse este daño auditivo?
Cuando un ruido fuerte se produce cerca nuestro, emite una onda sonora la cual llega a nuestro sistema auditivo de forma brusca. Esto hace que el tímpano vibre cuando recibe dichas ondas y transmita a su vez estas vibraciones a los conocidos como huesecillos del oído.
El martillo, el yunque y el estribo, hacen de amplificadores de estos sonidos y los convierten en unas vibraciones líquidas dentro de la cóclea. Estas vibraciones pasan a ser impulsos eléctricos que viajan a través del sistema auditivo hasta el cerebro. Una onda sonora demasiado fuerte, puede dañar a los agentes implicados en este proceso, provocando la pérdida de audición.
Alguna de las señales de alarma que nos indican una pérdida auditiva y a las que debemos prestar atención, son muy diversas. Sin embargo, en su conjunto forman un cuadro que nos permite ponernos en alerta respecto a nuestra salud auditiva.
Normalmente, el primer indicador de que algo no marcha bien en nuestro oído es el tinnitus.
Otro de los daños auditivos que pueden ocasionarnos los ruidos potentes de la nochevieja, es el conocido como trauma acústico. Esta patología del oído es causada por la exposición a un ruido demasiado intenso. Lo realmente preocupante, es que existe la posibilidad de que el daño auditivo no se produzca de una forma inmediata, sino que la sordera puede aparecer con el tiempo y presentarse en diferentes grados de pérdida auditiva.
Este trauma acústico provocado por una explosión o por la exposición a un ruido demasiado fuerte, puede conllevar la aparición de tinnitus como hemos mencionado anteriormente o incluso una perforación del tímpano.
¿Cómo evitar que nuestros oídos sufran esta Nochevieja?
La precaución es fundamental, nuestro primer consejo es mantener una distancia prudencial de los focos de ruido; como no ponerse al lado de los altavoces.
Además, debemos proteger nuestros oídos este fin de año. La mejor opción son los protectores auditivos. Estos protectores están diseñados para que se ajusten perfectamente a tus oídos y pasen así completamente inadvertidos. Son perfectos para esas situaciones en las que exponemos nuestros oídos, sobretodo los de los más pequeños, a ruidos y sonidos demasiado fuertes.
En conclusión, ya sea Nochevieja o cualquier otra festividad, cuidar de nuestros oídos es algo que debemos hacer día a día.
Por ello, desde Fonacústica insistimos en la importancia del cuidado de la salud auditiva, así como, visitar nuestros centros auditivos en Avilés, León y Oviedo, y revisar tus oídos de forma anual, para evitar futuros problemas auditivos.